Fuente: Estadísticas del 2do semestre de 2017 del CIADI https://icsid.worldbank.org/en/Documents/resources/ICSID%20Web%20Stats%202017-2%20(Spanish)%20Final.pdf
El Convenio sobre Arreglo de
Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y nacionales de otros Estados
(CIADI), es un mecanismo mediante el cual los países y las empresas extranjeras
que invierten en ellos pueden dirimir diferencias cuando existen acuerdos
comerciales o sobre inversiones, es decir, es un jurado.
A principios de año, tras más de
50 años de existencia, México decidió adherirse a dicho mecanismo. Lo hizo sin
aplausos y bajo poca cobertura mediática, sumamente poca si comparamos otros
eventos internacionales de menor relevancia política como lo son algunas
visitas bilaterales de autoridades extranjeras ¿habrá algo que ocultar? En
principio no hay nada que ocultar, simplemente es una mala decisión, como otras
malas decisiones de la actual administración en política exterior. Al entender
que se trata de un mecanismo de impartición de justicia no suena descabellado
suscribirse, pero al explicarse que el CIADI forma parte del Grupo Banco
Mundial (BM) esta decisión puede verse con otro matiz.
Permanentemente el BM ha estado
inmerso en la polémica por su enfoque pro-mercado y contra las políticas
sociales de los gobiernos, no son pocos los casos en que se han cuestionado las
condiciones que la institución requiere para otorgar préstamos. Al día de hoy,
junto con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el BM es una de las instituciones que
no deja de apoyar las reformas estructurales en México y en otros países en
desarrollo, como si los resultados de empobrecimiento de la sociedad no fueran
suficiente evidencia de su fracaso tras el llamado Consenso de Washington desde
los años 80.
No sorprende que los medios de
comunicación mexicanos no dieran difusión a la incorporación de México al
instrumento de arbitraje, quizá por el control que tiene el gobierno sobre la
prensa nacional, como los diarios norteamericanos han documentado. Si la sociedad
relacionara las noticias económicas con el hecho de la adhesión, se prenderían
las alarmas, tan solo hace una semana se reveló el resultado de una
investigación de la UNAM que señala que en los últimos 30 años el poder
adquisitivo de los mexicanos ha disminuido en 80%, coincidentemente los mismos años
desde que el cambio de enfoque macroeconómico; la segunda noticia con la que se
debe relacionar la adhesión al CIADI y que debería alzar cuestionamientos son
los comentarios del economista en jefe del BM, Paul Romer, quien develó que el
cambio de metodología en el estudio Doing
Business afectó negativamente la posición de Chile durante los gobiernos de
Michelle Bachelet, por el solo hecho de no ser tan permisivos con los
empresarios en las políticas locales. Tal suceso pone en evidencia la posición
política del BM basada en conceptos ideológicos más que criterios económicos, ese
es el doble racero con que el que se puede esperar que actúe el CIADI.
México es el campeón de los
tratados de comercio y de inversión bilaterales, desde el gobierno de Miguel de
la Madrid la política económica se reorientó hacia una mayor apertura
comercial, el país se incorporó al Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT),
antecedente de la Organización Mundial de Comercio (OMC) e incluso entonces, no
sucedió la incorporación al CIADI, ¿por qué? Una de las explicaciones puede ser
que México realmente no lo necesita, en los acuerdos con otros países México
incorpora mecanismos ad oc para la
solución de controversias, por ejemplo el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN) señala que, en caso de controversia, la parte que se
considera agraviada tiene derecho a seguir una de tres reglas procesales de distintos
mecanismos de arbitraje: el del CIADI, el mecanismo complementario del CIADI y
el de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil
Internacional, y a partir de tal selección, se constituirá un tribunal
integrado por tres árbitros acordados entre las partes, es decir, se siguen las
reglas de los mecanismos comentados, pero bajo la institucionalidad acordada
por las partes. Por otro lado, ¿Qué
ventajas tienen las empresas mexicanas al defender la incorporación de México
al CIADI?, ninguna; las empresas mexicanas pueden demandar en otros países el incumplimiento
de acuerdos de inversión, pero no pueden demandar incumplimientos en México al
ser empresas nacionales, es un mecanismo reservado a las inversiones
extranjeras.
Las cifras de los juicios ante el CIADI dan muestra de una tendencia a favor de los reclamos de los inversionistas (29%) sobre aquellos que dan la razón a los Estados, de forma que no dan lugar a los reclamos (17.8%) sin contar con que en 16.6% de los casos existió un arreglo bilateral.
Las cifras de los juicios ante el CIADI dan muestra de una tendencia a favor de los reclamos de los inversionistas (29%) sobre aquellos que dan la razón a los Estados, de forma que no dan lugar a los reclamos (17.8%) sin contar con que en 16.6% de los casos existió un arreglo bilateral.
Fuente: Estadísticas del 2do semestre de 2017 del CIADI https://icsid.worldbank.org/en/Documents/resources/ICSID%20Web%20Stats%202017-2%20(Spanish)%20Final.pdf
No todo el mundo es parte de CIADI, en él se encuentran los países desarrollados (lugar de origen de la mayoría de las empresas trasnacionales) que pueden demandar en otros países y la mayor parte de los países pobres. ¿Quiénes NO forman parte?, los BRICS (con excepción de China), ni India ni Brasil, ni Rusia, ni Sudáfrica están dispuestos a poner en juego ante un tribunal del BM sus políticas de inversión, donde resulta evidente que llevan las de perder. Así lo han entendido Bolivia, Venezuela y Ecuador que han decidido retirarse.
No todo el mundo es parte de CIADI, en él se encuentran los países desarrollados (lugar de origen de la mayoría de las empresas trasnacionales) que pueden demandar en otros países y la mayor parte de los países pobres. ¿Quiénes NO forman parte?, los BRICS (con excepción de China), ni India ni Brasil, ni Rusia, ni Sudáfrica están dispuestos a poner en juego ante un tribunal del BM sus políticas de inversión, donde resulta evidente que llevan las de perder. Así lo han entendido Bolivia, Venezuela y Ecuador que han decidido retirarse.
México en el CIADI ¿noticia para
pregonar con bombo y platillo?, el ser parte del CIADI y poner ante un tribunal
parcial las políticas macroeconómicas, solo servirá de excusa para el gobierno
en turno para explicar cómo las circunstancias externas son las que perjudican a
la población y NO las incapacidades de los políticos locales, los responsables
del magro crecimiento económico nacional.