lunes, 14 de junio de 2021

Archegos... Esas nuevas-viejas grietas del sistema financiero


No ha hecho mucho ruido, pero su caso es el recordatorio que algunas de las causas de la crisis financiera de 2008 no han sido atendidas. Estamos hablando del caso del fondo de inversión Archegos Capital Management que resultó insolvente en sus operaciones en marzo pasado.

Aunque por su tamaño no implica un evento sistémico, dibuja un patrón de cómo pueden ser pasados por alto espacios de arbitraje regulatorio en el sistema financiero debido su naturaleza compleja e interconectada.

Archegos se encargaba de la operación de US$10.000 millones del capital familiar de Bill Hwang, pero a finales de marzo se encontró en crisis al no poder hacer frente a sus posiciones en derivados (total return swap) debido a las garantías adicionales (conocidas como margin calls) que le fueron requeridas por importantes bancos como Goldman Sachs, Morgan Stanley y Deutsche Bank, Credit Suisse y Nomura después de que sus inversiones se depreciaran, entre las principales la compañía de medios ViacomCBS.

La naturaleza de los mercados financieros, como cualquier otro mercado, supone la competencia y la entrada y salida de nuevos participantes de acuerdo a su capacidad de ser rentables, de tal manera que en el caso de Achegos, en principio se trata de un hecho cotidiano donde la empresa enfrenta las consecuencias de contratar operaciones riesgosas; sin embargo, las relaciones de los grandes bancos con Archegos deja ver que incluso tras las reformas financieras de 2008 que buscaron atajar las consecuencias de instituciones “demasiado-grandes-para-quebrar”, en los mercados financieros aún existen canales de transmisión de riesgos que hacen dudar de la superación del llamado riesgo sistémico. De aquí que surjan preguntas y situaciones que pueden servir de guía sobre los cabos sueltos que deben atenderse en el futuro en términos regulatorios.

En primer lugar, hay que preguntarse ¿Cómo fue que estos pesos pesados de la industria financiera fueron incapaces de evaluar el riesgo de impago de Archegos y terminaron perdiendo entre US$20.000 y US$30.000 millones? Se puede aventurar una explicación en la naturaleza de los instrumentos derivados, de la misma forma que en 2008, los llamados OTC o contratos no estandarizados, no pasan por una contraparte central, es una operación limitada a las dos partes.

En segundo lugar, se tiene el llamado apetito de riesgo de los bancos. A grandes rasgos, la operación de Archegos consistía en que rentaba las acciones seleccionadas para invertir a los bancos, ellos mantenían la propiedad mientras el fondo les pagaba por obtener mantener las acciones un tiempo acordado, disfrutando de las ganancias de una mayor cotización al alza, pero afrontando los riesgos de una baja en su valor, en otras palabras, en esta operación se presentó un deseo de ganancias fáciles con riesgos mal calculados por parte de los bancos.

En tercero se observa la propia negligencia imperdonable de los bancos al permitirse operar con Hwang frente a sus antecedentes fraudulentos, pues el creador del fondo ya contaba con sanciones por parte de las autoridades bursátiles por operaciones con información privilegiada en 2012, los bancos debieron haber cumplido con su deber de diligencia y conocer la contraparte de sus operaciones. Quizá por la magnitud de las ganancias en años previos de Archegos, llegando a los US$50.000 millones en activos, con resultados superiores a los principales índices bursátiles, fue sencillo mirar a otro lado.

Por último, la mayor preocupación del caso surge por la inoperancia de los reguladores financieros (en este caso particular la Securities Exchange Commision y la Commodity Futures Trading Commission) que nunca vieron pasar las transacciones, puesto que las operaciones derivadas fuera de bolsa y no estandarizadas no pasaron por los registros de las autoridades. Todo apunta a la falta de implementación de algunas partes de la reforma financiera norteamericana Dodd-Frank de 2010 que no han sido implementadas, lo mismo se puede decir de los estándares internacionales, tras la crisis causada por la pandemia de covid-19 los estándares en materia de margin calls fueron recalendarizados para su completa implementación hasta 2022, lo que generó el espacio para que ni los bancos ni el público conocieran las operaciones con derivados (de la misma forma que ocurrió con el fondo Long Term Capital Management en 1998!) y por tanto no existiera una adecuada evaluación de riesgo, en lo que se puede detectar una falla en lo que se conoce como “disciplina de mercado”.

Este caso, intrascendente en su impacto financiero, debe prender las alertas no solo a las autoridades norteamericanas, sino al conjunto de reguladores globales y los emisores de estándares, ya que es un ejemplo de cómo existen resquicios regulatorios que pudieran tener alcance sistémico (por ejemplo, si se hubiera tratado de unas operaciones de mayores recursos) en los temas que se consideran ya superados, particularmente cuando este mismo año el Financial Stability Board (FSB) acaba de publicar un informe optimista sobre el trabajo realizado sobre los bancos “demasiado grandes para quebrar”; al parecer el contagio y la complejidad son aristas aun no atajadas del todo.

jueves, 3 de junio de 2021

Banking as a … Netflix?


¿Qué cambios podrían hacer las plataformas digitales de los bancos que los hagan parecerse a netflix? Quizá poner de forma gráfica algunos elementos, mejoras en la navegación, control de estadísticas, etc. Sin duda hay muchos elementos de mejora en los portales digitales de la banca, tanto en sus aplicaciones para celular como en los portales, pero el apuntar hacia un “modelo netflix” no hace sentido. Por el contrario, tomar como modelo un portal donde todo es gráfico, estimulante, con sugerencias basadas en recomendaciones de otros usuarios, etc. más que resolver un problema, se esté pisando el terreno inexplorado de la gamification o hacer-parecer-un-juego los servicios financieros, que actualmente está en polémica regulatoria por el caso de la aplicación bursátil RobinHood en Estados Unidos porque las consecuencias de ello son bastante reales en términos de perdida de patrimonio de los clientes. Habrá que ser cuidadosos.

Si se está hablando de una personalización de los servicios bancarios para ofrecer productos “a la medida”, una vez que el banco tiene un conocimiento profundo de nuestro perfil, estamos hablando de una modelo diferente, ese es el sentido del open banking, el usar datos de nuestras operaciones a través de las aplicaciones que permita a diversas empresas financieras conocer nuestra conducta y por tanto tener mejores ofertas de servicios. Es la esencia a nivel mundial del nuevo sector financiero Fintech.

Entre otros conceptos que aún no están claros en México, como neobank, challenger bank, criptoactivos, etc., existen confusiones respecto a lo que es el Banking-as-a-Service (BaaS), una de las tendencias en crecimiento en la oferta de servicios fintech. Aunque suena contraintuitivo, el término no se refiere al “servicio de banca” hacia el usuario, se refiere a que un banco ofrece sus procesos (llámese oferta de crédito, cuentas de depósito, etc.) a otra compañía (fintech) para esta a su vez pueda ofrecer dicho servicio con su propia marca ante el usuario.  Si hablamos de captación de recursos del público debe quedar claro que está prohibido en México por la Ley de Instituciones de Crédito solo permite ofrecer dicho servicio a entidades con licencia bancaria y algunas figuras incluidas las Instituciones de Tecnología Financiera.

El BaaS también es confundido con otra tendencia fintech, que nos recuerda a los viejos portales de internet como Yahoo o msn, en donde encontrábamos un mundo de información estructurada en módulos, esta es conocida como Bank as a Plataform (BaaP) donde un banco contrata una plataforma de productos de terceros (financieros o no) para complementar los servicios propios. El enfoque de mercado brinda a los clientes de diferentes segmentos acceso a una amplia gama de servicios. 

 La tendencia en la digitalización de los servicios bancarios de extremo a extremo aprovecha las nuevas tecnologías conocidas como D-basic (big data, blockchain, inteligencia artificial, tecnología de seguridad, internet de las cosas y cloud computing) gracias a los mayores alcances de las redes de internet pero para que la sociedad pueda sacar lo mejor de éstas aún quedan importantes temas regulatorios, entre los más importantes la seguridad de los datos y la privacidad de los usuarios, pero sobre todo se debe  impulsar una  política de educación financiera, estar atentos a no contratar servicios con empresas no reguladas, proteger nuestra información personal y evitar ser víctimas de abusos teniendo claro lo que contratamos. Como mencionamos al inicio, la siguiente polémica sobre el uso de modelos fintech será de la gamification de los servicios financieros, netflix es entretenimiento, la administración de nuestros recursos financieros no debe serlo.