jueves, 25 de mayo de 2017

Manipulación sistémica de tasas de interés, ¿sorprendido?

En una segunda etapa de la crisis financiera de 2008, en los momentos en que Europa afrontaba los dilemas del rescate a los países menos sólidos: Grecia, España, Portugal, Italia e Irlanda; Inglaterra tenía sus propios problemas, la manipulación de tasas de interés[1] por la colusión de diversos bancos (ponerse de acuerdo en los rangos de las ofertas que consideran debe ser el costo del dinero). El fenómeno por sí mismo hubiera sido una sacudida al sistema capitalista mundial de haber ocurrido en un momento menos agitado. Para ponerlo en perspectiva, la crisis de la deuda latinoamericana de los años 80 tuvo como detonante los aumentos en las tasas de interés en los créditos a los gobiernos, las cuales estaban ligadas a los benchmarks de Estados Unidos e Inglaterra (la tasa de referencia más un porcentaje adicional, mismos que aumentaban de tal forma, que se volvieron impagables).

¿Estaban manipuladas en aquel entonces?, si la respuesta fuera afirmativa, no necesariamente hubiera significado que la crisis no hubiera ocurrido, pero sí que probablemente algunos países pudieran haber tenido una deuda más sustentable; las medidas de estabilización hubieran sido menos severas y es probable que no hubiera habido la necesidad de llegar al llamado Consenso de Washington. Así de importante es el papel de las tasas de interés, sin embargo, en el contexto de la crisis, la manipulación por parte de algunos bancos fue un elemento más y se solucionó con arreglos extrajudiciales.

Relacionado con lo anterior, la semana pasada se conoció que la Comisión Federal de Competencia Económica de México (COFECE, un organismo autónomo) realizará una investigación sobre acuerdos entre bancos, para establecer la tasa de interés que el gobierno deberá de pagar por colocar sus valores, (CETES, Certificados de la Tesorería) determinados de forma similar al LIBOR. Conociendo el mecanismo de formación del precio y que la industria bancaria es supuestamente estricta en cuanto a la autorización de participantes (en México existen 48 bancos y solo una fracción de ellos actúan como market makers para las subastas de CETES), sería incrédulo decirse sorprendido por un hecho de esta naturaleza, sin embargo, los medios de comunicación, comentaristas y articulistas de temas financieros se dicen sorprendidos.

Al difundirse la noticia, lo primero que hace el gobierno (SHCP) es actuar a la defensiva del sistema, pidiendo mesura, como si fuera poca cosa, señalando lo bien que las cosas han marchado hasta el momento en cuanto a estabilidad y capitalización (en el sistema financiero, se toma por sentado que si no pasa nada todo va bien), es sencillo ver las razones de esta defensa, razones tanto de carácter ideológico, como de carácter personal, como leeremos a continuación.

Razones ideológicas
Se supone que uno de los objetivos de la agenda de reformas internacionales del G20 fue la eliminación de las instituciones “Demasiado grandes para quebrar[2]”, sin embargo, casi una década después vemos una industria bancaria aún más consolidada, pues los grandes bancos sobrevivieron y los pequeños o quebraron o no pudieron mantener el ritmo de las reformas y los aumentos de capital, para finalmente ser fusionados con los grandes bancos; vemos como las medidas regulatorias implementadas son de carácter prescriptivo, orientadas a evitar la quiebra y a llevar a cabo una disolución ordenada.

Queda claro que son medidas acertadas, no obstante, existe un vacío en lo que llamaría “Demasiado grande para no corromper”, el espacio intermedio antes de la catástrofe, el aun no atajado “riesgo moral”; es ahí donde los reguladores (SHCP, Banxico y CNBV) actuarán en defensa del sistema.

Razones personales
Por otra parte, no hay que perder de vista que, dentro del gremio, en la industria, se generan relaciones personales; la llamada puerta giratoria, reflejo en México de lo que sucede a nivel mundial. Una vez concluido el mandato de los miembros de un gobierno, a donde si no a la industria, es donde los funcionarios de primer nivel van a parar; es por ellos que no le conviene a Jaime González Aguadé, Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, o a José Antonio Meade, Secretario de Hacienda una mala relación con la industria. La misma relación cercana se da entre los supervisores y los empleados bancarios, el cambio de cachucha no es mal visto y de hecho puede ser hasta deseable.

El trabajo de COFECE está en marcha, se menciona que la CNBV colaborará, pero habrá que ver en qué medida, pues la pelota siempre ha estado en su cancha y no ha reaccionado; el diagnostico no es positivo.

A la industria tampoco le conviene perder la cordialidad con las autoridades, de forma que lo más probable es que el caso concluya con declaraciones de bombo y platillo de algunas multas (irrisorias, comparadas con las ganancias a doble digito anualmente de la industria) conseguidas por cooperación de los mismos bancos.

Finalmente, el caso de manipulación de tasas de interés no es un hecho aislado (así también se puede hablar con certeza que algo similar ocurre con los tipos de cambio y con los mercados de derivados, investigados en otras jurisdicciones como Brasil y la Unión Europea), es un espacio de arbitraje en todos los sistemas financieros, sin embargo, solo unos cuantos lo han atendido. Más vale tarde que nunca, bien por la COFECE, esperemos y apoyemos que se le permita hacer su trabajo.




[1] La tasa de interés interbancario del mercado de Londres, LIBOR (London Interbank Offered Rate), es el indicador de referencia (benchmark) para un gran número de créditos internacionales en todo el mundo, no solo aquellos dentro de la economía inglesa.

[2] To big to fail.

domingo, 7 de mayo de 2017

¿Podrán China y Rusia romper la hegemonía global del dólar?

Junto con la hegemonía atómica, el dominio del dolar sobre las finanzas internacionales son los últimos elementos de superioridad de Estados Unidos de América sobre un sistema multipolar internacional que paso a paso ha hecho evidente aquellos campos en los que la potencia es incapaz de actuar de forma multilateral.

El poder del dólar como moneda de reserva es tan omnipresente que se olvida que en cada transacción con Estados Unidos se está proporcionando un bien o servicio a cambio de nada; un producto del trabajo de alguien a cambio de abultar el déficit del país, obteniendo eso si, las canicas para intercambiar con otros jugadores que si producen, pero con los que no tenemos la coordinación y especialización suficiente para dejar de lado el dólar en la ecuación y medir los intercambios en las monedas de cada uno.

Es como si en la vida cotidiana estuviéramos informados solamente a través de un periódico descaradamente sesgado, y que con el paso del tiempo olvidáramos matizar la información y termináramos aceptando como cierto el contenido. 

Es por eso que Alfredo Jalife Ranhme, sin duda el mejor analista geopolítico no pierde de vista las relaciones internacionales que tarde o temprano acabarán con el gran privilegio norteamericano. A continuación se reproduce su columna "Bajo la lupa" del domingo 30 de abril publicado en el periódico "La jornada" :

¿Podrán China y Rusia romper la hegemonía global del dólar?

A cada quien su interpretación de los primeros 100 días tectónicos del deslactosado Trump (https://goo.gl/1V4qXd).

Mas allá de que la economía de EU –que no su Bolsa– tuvo su peor crecimiento de los pasados tres años en el primer trimestre del atribulado Trump –quien paradójicamente huye bélicamente hacia delante en los tres frentes de Siria/Afganistán/Norcorea (https://goo.gl/Oge4kN)–, desde el punto de vista geoestratégico no consiguió resquebrajar la alianza estratégica entre Rusia y China, como festejó alucinantemente su consejero de Seguridad Nacional Gral. H.R. MacMaster.

A los 100 días exactos (hora de Pekín), el canciller chino Wang Yi rechazó en el Consejo de Seguridad de la ONU la panoplia de sanciones de EU contra Norcorea y contó con el respaldo de Rusia, que desechó la retórica bélica de EU, cuando, a mi juicio, Trump se encajonó con su bluff (https://goo.gl/WY80Tn).

Con Rusia y China no está funcionando la teoría del loco de Trump y Kissinger (https://goo.gl/7pk9Eg).

Si el objetivo primordial de Trump es resquebrajar la alianza de Rusia y China, pues ha fallado con uno de los eslabones sólidos entre Moscú y Pekín: su proyecto aurífero.

Spútnik enuncia que “Rusia y China crearán un mercado del oro, lejos del dólar (https://goo.gl/W2fAch)” y cita a F. William Engdahl, quien aduce que la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra manipulan en forma clandestina el precio del oro con el fin de preservar el papel del dólar como la única divisa de reserva mundial.

Desde mayo de 2015, Pekín estableció un fondo estatal (sic) de inversiones con el fin de apuntalar el papel de China en el mercado global del oro con el sugerente nombre de Fondo Oro de la Ruta de la Seda, que invertirá en proyectos mineros y apuntalará las divisas de los países anfitriones con el metal amarillo.

El fondo chino tiene también como objetivo explorar las reservas de oro en la región de Magadan (Rusia) cuando tres miembros de los BRICS son de los siete principales productores de oro (https://goo.gl/RwD64y).

Más allá del insano mercantilismo y el procaz proteccionismo, ya no se diga el vulgar financierismo, se vislumbra que la conectividad de la nueva ruta de la seda china con la Unión Económica Euroasiática apuntalada por Rusia epitomiza el sistema nervioso central del nuevo orden global protegido con sus bombas nucleares.

Desde marzo de 2016, Kazajstán, sin salida al mar (https://goo.gl/zxDRM8), y que cada día toma mayor relieve como bisagra centroasiática entre Rusia y China –miembro simultáneo del Grupo de Shanghái, la Unión Económica Euroasiática y el megabanco AIIB (https://goo.gl/LjxiDP)–, inició charlas con la plaza de Shanghai Gold Exchange para el intercambio del oro.

El metal amarillo significa el puntal de la nueva ruta de la seda: proyecto geoestratégico/geoeconómico de China para evadir a lo largo de Eurasia la asfixia marítima de EU.

Los bancos centrales de Kazajstán y China “son los más agresivos compradores de oro en el mundo (https://goo.gl/CloUsh)” e, inclusive, se maneja sotto voce que el banco central de China ha comprado en forma significativa más oro de lo que deja entrever.

A mi juicio, el verdadero día del advenimiento del nuevo orden mundial tripolar será cuando China y Rusia pongan sobre la mesa sus cuantiosas reservas de oro, que significará la sepultura del dólar.
China y Rusia se posicionan en forma prudente y gradual para erigir el nuevo sistema monetario mundial en el que el dólar cese su función parasitaria hegemónica que le procura, según analistas chinos, 9.36% del PIB global debido a su laxa impresión de billetes verdes (https://goo.gl/cexL30).
Sin mucho ruido, Pekín lanzó desde octubre de 2015 el Sistema Internacional de Pagos de China (CIPS, por sus siglas en inglés), al unísono de la aceptación del yuan (divisa china) como parte de los derechos especiales de giro (divisa virtual del FMI). Se vislumbra que el CIPS chino se convierta en un notable competidor del SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication), que domina EU.


Por su parte, Rusia, en medio de tantas sanciones asfixiantes de EU/OTAN/Unión Europea, se alista a desconectarse del SWIFT, cuando el banco central ruso ha cambiado en los cajeros automáticos de retiro cash (ATM) el sistema de pagos de las tarjetas Visa y Mastercard por el MIR, nuevo sistema de pagos doméstico (https://goo.gl/yXKn4H).

Sergey Shvetsov, primer vicegobernador del Banco Central ruso, anunció que no solamente las plazas comerciales auríferas de Shanghái y Moscú comerciarán con oro, sino que, también el resto de los tres países de los BRICS serán invitados a ello.

Ni en Rusia ni en China desean repetir la opresiva vivencia monetarista de Irán que sufrió una paliza con las sanciones de cuatro años al ser exorcizado del sistema SWIFT(https://goo.gl/dE0TZ8).
Más allá de la complementariedad militar entre Rusia y China, Pepe Escobar (PE) arguye que Washington esta aterrorizado (sic) por el acuerdo progresivo (sic) de Moscú y Pekín para “sustituir el estatuto de reserva del dólar por un sistema basado en el oro (https://goo.gl/06sDOR)”.
UnionPay, con sede en Shanghái, es la mayor organización de pagos de tarjetas de crédito en el mundo, antes de Visa y Mastercard.

PE señala que UnionPay funciona a lo largo de Asia y ha sido adoptado en forma entusiasta por HSBC (¡súper-sic!).

El portal SCMP, de Hong Kong, comenta que Moscú y Pekín unen sus fuerzas para rebasar al dólar en el mercado monetario mundial: el Banco Central ruso acaba de abrir su primera oficina foránea en Pekín el pasado marzo como un pequeño primer paso hacia delante, mientras Rusia se prepara a lanzar sus primeros bonos de empréstito federal denominados en yuan chino, lo que tiene como intención desbancar al dólar (https://goo.gl/13SVJQ).

Ya el Banco Central de China había nombrado a su banco ICBC como el liquidador de su divisa yuan en la plaza de Moscú.

Russia Insider pregunta si China obligará a los sauditas a deshacerse del dólar cuando “el Este es la mayor amenaza al petrodólar y Arabia Saudita (AS) está ya contemplando el comercio de su petróleo en yuanes (https://goo.gl/HLj21z)”. ¿Se atreverá AS?

Según Andrew Brennan (AB), de Asia Times, “el lento entrelazamiento con AS complementa (¡súper-sic!) la alianza entre Moscú y Pekín (https://goo.gl/4kklvk)”: Hoy Ru-sia es el principal socio petrolero de China y acepta yuanes en lugar de petrodólares (https://goo.gl/l2nkDE).

Existe una notable etnicidad pecuniaria entre varios países del Medio Oriente y su proclividad ancestral por el oro.

Desde inicios del 2016, Irán e India comercian sus tratativas en gas/petróleo con las rupias de India, en lugar del petrodólar (https://goo.gl/k43Edx).

Irán saltó las sanciones monetarias impuestas por el SWIFT en su venta de hidrocarburos a India mediante el pago con oro y la intermediación de Turquía que, a juicio de AB, se está convirtiendo en el intermediario de pagos con oro en Asia: el triangulo Irán/India/Turquía.

¡Las geofinanzas en acción cuando la riqueza de las naciones se traslada de Occidente a Oriente”!