Tras los mismos pasos que el grupo de trabajo para las revelaciones financieras relacionadas con el clima (TCFD, por sus siglas en inglés) se creó el grupo de trabajo sobre revelaciones financieras relacionadas con la naturaleza (TNFD) el cual busca desarrollar un marco de revelación y gestión de riesgos para que las empresas informen y actúen sobre los riesgos relacionados con la naturaleza. En palabras llanas, asumiendo que el mercado es naturalmente el mejor mecanismo de asignación de recursos, el fin de ambos grupos es la actuación de los participantes del mercado, con las empresas como el sujeto activo, para que se premie o castigue a las empresas que buscan tener el menor impacto medioambiental y climático posible en sus actividades.
¿Qué tan útil pueden ser tanto el marco TCFD como el TNFD? Está por verse, la apuesta subyacente es que el mercado, como proponía Adam Smith, será la herramienta que solucione el problema. El TCFD parte del supuesto que los efectos climáticos tienen impactos (en el modelo de negocio) tanto físicos (por ejemplo, un huracán) como crónicos (como por ejemplo el impacto de cada vez más sequías) y por tanto no hay alternativa más que optar por la adaptación y modificación del modelo de negocio. El resultado será en todo caso inversionistas advertidos del negocio en el que participan, y de ahí como una carambola, el mercado se auto ajustará hacia nuevos modelos de negocio que, de alguna forma, evitarán la catástrofe. Bajo la misma línea argumentativa trabaja el TNFD cambiando los efectos climáticos por cambios en la oferta medioambiental.
Reconociendo que un mecanismo es mejor que ningún mecanismo, algunas observaciones simples resaltan. El enfoque subestima el alcance que la dinámica del mercado lograría, pues, por un lado, la revelación esta enfocada en empresas que buscan financiarse en los mercados financieros, esto es, una mínima parte de las empresas de la sociedad ¿es suficiente impacto? Por otro lado, la oferta de productos y servicios además de bienes sustitutos también puede ser ofrecida por entes distintos a las empresas ¿Dónde queda su impacto?. Por último, sin un cambio en la demanda de los consumidores ¿realmente cambiará la perspectiva de las empresas por internalizar costos y dejar ir ganancias en el corto plazo?
Lo que es un hecho es que al final, a pesar de la alta popularidad de las soluciones climáticas basadas en el mercado, el motor de ambas propuestas es la identificación de riesgos financieros y limitación de costos para simplemente, mantener la idea de obtener mayores ganancias monetarias. Los objetivos como mantener la biodiversidad, evitar catástrofes naturales, entre otras son en todo caso, secundarios.
Greta tiene razón, cuando señala a los políticos "Sé que lo están intentando, pero no lo suficiente”.