miércoles, 2 de septiembre de 2020

Reseña América Latina, dos perspectivas desde Europa, Alain Rouquié y Michael Reid

 

 

 

Todos quieren explicar América Latina, todos entienden el potencial de una región sin mayores conflictos fronterizos, religiosos o étnicos; con historias paralelas, con abundantes recursos naturales y con una lengua común, a excepción de Brasil. ¿a qué se debe que ninguna de las repúblicas en la región haya podido hasta ahora superar la condición del subdesarrollo?

A pesar de los fracasados intentos de integración a lo largo de la historia, y de la reticencia de unos y otros gobiernos a estrategias regionales, es posible identificar etapas históricas homogéneas, los gobiernos militares, los gobiernos nacionalistas, los conflictos armados, las crisis de deuda, etc. Elementos que hacen atractivo el escudriño histórico de las excolonias españolas y portuguesas en busca de la explicación de su atraso.

Primero Alain Rouquié con su “Introducción al Extremo Occidente” de 1987 y de manera reciente Michael Reid con “El Continente Olvidado”, 40 años después, nos dan dos perspectivas atendiendo a sus profesiones, el primero como académico y el segundo como periodista. Se complementan en el estudio del desarrollo de la región coincidiendo en que no hay salidas fáciles, mágicas o de corto plazo, pero que no acepta la justificación de fondo para los latinoamericanos, la razón por la que no se logra la plenitud del desarrollo político, económico y social tiene que ver con la condición de área de influencia del big brother del norte. Como señala un chascarrillo político del siglo pasado ¿Por qué no hay golpes de estado en Estados Unidos? Respuesta: Porque no tienen embajada norteamericana.

Es verdad lo que ambos señalan, ni los populismos, ni los gobiernos militares con tintes nacionalistas se esforzaron lo suficiente para estructurar una economía con bases sólidas, la teoría del centro-periferia de la CEPAL se quedó corta en cuanto a la explicación de una matriz económica equilibrada, pero Rouquié no llegó en ningún momento tan lejos como Reid para justificar el fracaso tan solo en la llegada a escena en diferentes momentos de los “populistas”, estos magos de las ideas fáciles que en todo momento arruinaron el camino de los sacrificios andado por otros gobiernos responsables. En medio, Reid ve una sociedad concebida como “súbdita” si tomamos prestda la categoría de Grabriel Aldmosn y Sideney Verba en su trabajo sobre la cultura cívica.

De Reid hay que destacar su fluida narrativa, lógica, atendiendo a las preguntas básicas, pero a la vez simple y manipulada como una respuesta en Wikipedia. Explica, o más bien, justifica a los villanos comunes, el Consenso de Washington, no fue un plan malvado para alinear políticas, lo señala tan solo como un concepto académico interpretado peyorativamente. Las políticas que llevaron a la crisis argentina de 2001, para él fueron propuestas del gobierno argentino que terminaron por torcer el brazo al inocente e indefenso Fondo Monetario Internacional que se vio obligado a avalarlas, y como joya, el revisionismo a la intervención de los Estados Unidos en la región, pues ¿Qué son unos cuantos kilómetros cuadrados de Centroamérica? Que es donde acepta que se intervino militar y políticamente.

Rouquié es, por su parte, difícil de digerir, capitulado para diferentes lectores, sociológico. Esta última característica es lo que le da su mayor valor, incluso a pesar de los años. Entender, por ejemplo, que las élites regionales jamás estarán dispuestas a concebir a sus trabajadores como ciudadanos, incluso a costa del sacrificio de la rentabilidad de sus negocios, podría haber llevado a otro destino el diseño de las políticas privatizadoras de finales del siglo XX. En la complejidad termina por esconder un pesimismo respecto al desarrollo de la región, las sociedades latinoamericanas nunca dejarán de idealizar el sueño americano y por ello, están condenados a patrones de desarrollo que nunca serán favorables para las necesidades de la mayoría. Por ello, incluso con una conciencia de clase, difícilmente las masas se movilizarán para un cambio de fondo.

Como se mencionó, libros que expliquen la región existen muchos y con innumerables enfoques, pero estos, por ser dirigidos al público no especializado merecen la pena ser contrastados por sus enfoques, época y por qué no, sus prospectivas.

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