Mejor libro de 2010 de acuerdo con
varias revistas de finanzas especializadas, a tan solo 2 años de la crisis
financiera global, el libro de Andrew Ross Sorkin es un excelente trabajo periodístico.
Cualquier comentario adicional respecto a libro es buscarle más atributos fuera
de la intención del autor.
Tan importante fue el momento de la
publicación como el contenido del libro; Sorkin puso su longeva trayectoria a
trabajar en una obra que terminaría por aclarar el panorama tanto para el
publico en general como a analistas e investigadores económicos respecto al
piso en el que se encontraban parados los tomadores de decisiones en aquel
momento.
Es de reconocer que Sorkin no
recurre a la fantasía para llenar los espacios en blanco; no solo es importante
el hecho de que el autor no especula ni improvisa. Es magnifica la forma en que
el libro se encuentra perfectamente estructurado en término cronológico.
Perfectamente el lector puede sentirse en medio de los escenarios y el ambiente
de Wall Street donde todo es tensión y ansiedad, sin saber lo que va a ocurrir
mañana, como si nuestro siguiente paso fuera a detonar una mina terrestre.
¿Es, sin embargo, sano estar en
la piel de los anteriormente llamados “amos del universo”? TBTF narra los
sentimientos, gustos, pensamientos, angustias, entre otros, de los directores
de los bancos e instituciones financieras más importantes de Estados Unidos y
del mundo y para ello el libro incluye las fotografías de todos los actores
relevantes del momento histórico. ¿Cuál es el sentido de la intención de
hacernos sentir en sus zapatos? ¿Es deliberada la decisión el autor de hacernos
sentir en el mismo barco que los CEOs de las compañías financieras? ¿Espera
Sorkin que al terminar de leer el libro estemos un poco menos furiosos con lo
sucedido? Ahondar en la personalidad de los personajes no solo reaviva la intensidad
de los momentos de la crisis, nos hace empáticos a su situación, al fin de sus
fortunas, de sus carreras profesionales y de sus salud física y emocional. Tal
vez el libro no podía ser de otra forma, tal vez es librar a los responsables
de su carga histórica.
A pesar de que tan solo pasaron
dos años del inicio de la crisis, TBTF explica una gran cantidad de sucesos catastróficos,
hace ver lo que para algunos era tan obvio, falacias contables para esconder
las condiciones financieras de sus empresas, relaciones no del todo trasparentes
entre industria -gobierno, grandes espacios de arbitraje regulatorio, etc. Si bien
entre el capítulo 1 y el 20 se va pisando el acelerador de los hechos, los dos
últimos dan cuenta de las medidas de rescate más importantes para la industria
financiera, las alternativas y las consideraciones para la toma de decisiones
del que sin duda es el actor principal de esta obra, el secretario del Tesoro
de Estados Unidos durante la crisis financiera Henry M. Paulson.
Tampoco esta de más resaltar como
el autor concluye que la crisis pudo ser evitada, pero que la respuesta estaba
en la regulación de los 90, el resto, 20 años, fueron consecuencias, de tal
forma que el culpable es el juego, no los jugadores, quienes con nombre y
apellido buscaron los cambios en aquellos años y se llenaron los bolsillos en
las siguientes décadas.
A diez años de la crisis
financiera, leer TBTF es obligarnos a reflexionar ¿estamos parados en otro
escenario? Sin duda una nueva crisis financiera no tendrá las mismas características
(tan solo los riesgos tecnológicos agregan un incuantificable grado de dificultad)
pero puede tener las mismas fallas en cuanto a la complejidad de las finanzas y
la indolencia en la toma de decisiones. De lo único que como lector puedo estar
seguro después de leer el libro, es que el gobierno no dudará en rescatar
nuevamente a la industria y como en aquel momento, todo será en nombre del bienestar
del pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario