A casi 5 años de la publicación de las recomendaciones el Grupo de Trabajo sobre Revelaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés), la Comisión de Valores de los Estados Unidos de América (SEC, por sus siglas en inglés) publicó a finales de marzo para consulta pública la regulación local para las empresas bursátiles en materia de revelación financiera y el clima. Algunos analistas, sobre todo pro mercado critican la medida, en cambio, ferreos exreguladores como la Senadora Elizabeth Warren lo señalan como too little too late.
La regulación propuesta describe los riesgos relacionados con el clima como riesgos físicos materiales (los riesgos que plantea el impacto del cambio climático, como daños causados por el clima o interrupción de la operación del negocio) o riesgos de transición (el riesgo que plantea la transición a un menor nivel). -economía del carbono, reputación, esfuerzos legales, tecnológicos y los impulsados por el mercado para mitigar el cambio climático).
Los cambios por aplicarse en la forma 10-K requerirían que una entidad bursátil divulgue información sobre:
1. La estructura del gobierno corporativo que atenderá los riesgos relacionados con el clima y los procesos de gestión de riesgos relevantes en la entidad bursátil;
2. Cómo el riesgo relacionado con el clima identificado ha tenido o se espera que tenga un impacto material en el negocio y estados financieros consolidados, considerando tanto el corto, mediano o largo plazo;
3. Cómo los riesgos relacionados con el clima han afectado o es probable que afecten la estrategia, el modelo de negocio y la perspectiva de la entidad bursátil; y
4. El impacto de los eventos relacionados con el clima (eventos meteorológicos severos y otras condiciones naturales) y las actividades de transición en las cuentas de los estados financieros consolidados de la entidad bursátil, así como en las estimaciones y suposiciones financieras utilizadas en los estados financieros.
Una de las partes más polémicas de la nueva regulación es la relacionada a la obligación de divulgar información sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), divididas tres niveles de alcance:
Alcance 1. Emisiones directas de GEI.
Alcance 2.- Emisiones indirectas por medio de la electricidad comprada u otras formas de energía.
Alcance 3.- Emisiones de GEI de las actividades en su cadena de valor, tanto de proveedores como de clientes en caso de ser importantes o si la entidad bursátil ha establecido un objetivo o meta para este tipo de emisiones.
De acuerdo con Gary Gensler, titular de la SEC, parte de los méritos de la nueva regulación es que se requerirá la divulgación de cualquier objetivo o compromiso asumido por una empresa, así como su plan para lograr esos objetivos y su plan de transición.
Pese a las protestas de algunos participantes del mercado bursátil norteamericano ante las dificultades para calcular las emisiones de alcance 3, la SEC ha aclarado que el sentido de estas se basa en la importancia para los inversionistas, ya que como señala la misma propuesta “puede ser necesarias para presentar a los inversionistas una imagen completa de los riesgos relacionados con el clima—particularmente los riesgos de transición—que enfrenta una entidad registrada y cómo las emisiones [de gases de efecto invernadero] de fuentes en su cadena de valor… pueden tener un impacto material las operaciones comerciales de una entidad registrada y el desempeño financiero asociado”.
La regulación propuesta se encuentra disponible en el sitio de internet de la SEC para comentarios del público de 60 días. La perspectiva es que se concederán aun mayores excepciones argumentando cargas regulatorias, al tiempo.